Fisioterapia
Rehabilitación post-operatoria ortopédica o estética
Tras cada operación es necesario ayudar a los tejidos y a las articulaciones implicadas a volver a su correcto funcionamiento.
Cualquier tipo de operación implica cortar piel y tejido fascial, en algunos casos tejido muscular y óseo. Por lo que es fundamental que todos esos tejidos cicatricen de forma correcta durante el proceso post operatorio.
Normalmente las intervenciones quirúrgicas implican una pérdida de fuerza y de movimiento, por lo que la rehabilitación muscular es un aspecto fundamental de la recuperación.
¿Sientes dolores musculares, mala postura o patologías crónicas?
Recuperamos el estado de salud de tu cuerpo, a través de un tratamiento personalizado. Utilizando las técnicas más convenientes para tu caso.
Patología de la ATM (bruxismo, artrosis, mala mordida...)
La boca es un foco de multitud de problemas musculares y osteoarticulares que a menudo se manifiesta con dolores de cabeza.
A través de la fisioterapia podemos restaurar la función y la movilidad en la articulación temporomandibular, logrando mayor simetría del movimiento y normalizando el tono muscular.
Para ello usamos técnicas musculares, técnicas manipulativas, ejercicios terapéuticos específicos para la boca y/o técnicas craneales.
Rehabilitación post-traumática (esguinces, roturas de fibras...)
Lesiones que necesitan rehabilitación para mejorar y evitar recaídas.
Tras cualquier lesión traumática se producen múltiples desequilibrios corporales, que pueden influir en todo el cuerpo.
Por lo que, una vez descartado cualquier fractura ósea, lo mejor es acudir al fisioterapeuta lo antes posible, realizar una valoración y proponer un tratamiento personalizado, para mejorar lo antes posible la lesión y que esta no se vuelva a producir. Por lo que también te adaptaremos ejercicios específicos a tu patología.
Tratamiento de fisioterapia
Bien producido por traumatismo, por dolor continuo o por algún tipo de accidente como son los accidentes de tráfico
Podemos tratar todo tipo de Cervicalgias, dorsalgias, lumbalgias y ciáticas, patología visceral, Fibromialgia, osteoporosis, artritis, artrosis Contracturas y malas posturas, dolor de cabeza o mareos.