Cervicalgia

Cervicalgia

El dolor de cuello o Cervicalgia es la cuarta causa de discapacidad en el mundo. Afecta a más del 70% de la población en algún momento de sus vidas y las recurrencias son comunes entre los 1-5 años posteriores.

Aquel que padece Cervicalgia sufre dolor de cuello que a veces irradia a la cabeza pudiendo cursar con cefaleas, dolor hacia la mandíbula o a la zona dorsal.

La cronificación del dolor es habitual en las Cervicalgias y en ocasiones la causa de esto es debida a una mala o escasa recuperación de la función muscular. Para poder entender el patrón de recuperación correcto tenemos que entender cómo funciona la musculatura.

Podemos distinguir dos tipos de musculatura en el cuello:

  • Musculatura superficial: son los grandes músculos. Tienen gran capacidad para generar movimiento. Un ejemplo de un músculo superficial del cuello es el esternocleidomastoideo.
  • Musculatura profunda: es la musculatura más cercana a la columna vertebral. Sun función es proporcionar estabilidad. un ejemplo de unos músculos profundos son los suboccipitales.

En ocasiones se altera el control motor de esta musculatura y dejan de cumplir su principal función. Una disminución de la actividad de la musculatura profunda provoca una pérdida de la estabilidad cervical y a su vez, esto produce un aumento de la actividad de la musculatura superficial y por lo tanto menos capacidad para relajarse.

La literatura disponible muestra una relación entre el dolor y alteración de la musculatura profunda del cuello.

Por lo tanto, en el dolor de cuello o Cervicalgia no basta con relajar la musculatura superficial y mejorar su capacidad de elongación, sino que para obtener resultados favorables tanto a corto como largo plazo y evitar las recaídas, debemos fortalecer la musculatura profunda y devolver el correcto patrón motor y, por lo tanto, la estabilidad.

Para ello, la mejor herramienta es el ejercicio terapéutico. El entrenamiento de estos músculos mejora la activación y disminuye tanto el dolor como la discapacidad. La evidencia científica nos muestra que un entrenamiento específico de reaprendizaje y control motor progresivo de 8 semanas de duración, con una frecuencia total de dos veces al día, provoca una mejora inmediata en la especificidad de la musculatura cervical y en la reducción de dolor.

Los ejercicios de flexión craneocervical mejoran la activación de los flexores cervicales profundos. El movimiento llevado a cabo es el de asentir con la cabeza de manera lenta, suave y precisa sin activar la musculatura superficial.

A lo largo de la semana publicaremos algún video de como realizar estos ejercicios correctamente a través de nuestras redes sociales.

Si sufres dolor de cuello no lo abandones más y ponte en contacto con nosotras para crear un programa de tratamiento y ejercicio que más se ajuste a las características de tu dolor.

Koena Salud.

Fisioterapia, Podología y Nutrición.

Bilbao.

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