Meniscopatías

Meniscopatías

Meniscopatías

En el artículo de hoy os vamos a hablar de las meniscopatías o lesiones meniscales. Los meniscos son estructuras cartilaginosas situadas en medio de la articulación de la rodilla, entre la tibia y el fémur. Existe un menisco medial (parte interna de la rodilla) y otro lateral (parte externa) y tienen forma semilunar.

Las principales funciones del menisco son:
  • Subsanar las incongruencias de las superficies articulares de la rodilla
  • Aumentar la profundidad de la superficie relativamente plana de la parte superior de la tibia
  • Repartir el peso corporal de manera uniforme
  • Prevenir lesiones degenerativas en la propia articulación
  • Soporta alrededor del 40% de la carga que recibe la articulación

Las meniscopatías o lesiones meniscales constituyen una de las principales afectaciones mecánicas de la rodilla. Por lo general, la meniscopatía se presenta mucho en deportes de contacto como el fútbol y el rugby, por ejemplo. Sin embargo, se puede producir en deportes donde la persona pueda realizar giros bruscos o movimientos de rotación de la rodilla con el pie fijo en el suelo, o en la posición de cuclillas.

Los meniscos son estructuras relativamente resistentes y elásticas, sin embargo, pueden lesionarse por diversas causas:
  • En personas más jóvenes, suelen darse las roturas por traumatismo o torsión importante de la rodilla. Generalmente se producen a raíz de gestos deportivos.
  • En personas de edad más avanzada, los meniscos pierden parcialmente sus propiedades de elasticidad y resistencia. En estos casos, las lesiones se producen más por microtraumatismos de repetición o sobreuso de la articulación.

Anatómicamente, los meniscos de la rodilla están firmemente anclados a diferentes estructuras osteomusculares:

  • Ambos meniscos poseen uniones firmes a los ligamentos de la rodilla (ligamentos colaterales, ligamentos cruzados…) y a la cápsula articular. Son estructuras que juegan un papel importante en la propiocepción y la estabilidad de la rodilla, y éste, a su vez, puede alterar la pisada y cadera.
  • Los meniscos también reciben inserciones de musculatura, como el músculo poplíteo, a nivel de la propia rodilla, y los isquiosurales, los cuales se extienden a lo largo de la cara posterior del muslo. Estas conexiones musculares otorgan a los meniscos un importante papel biomecánico.

Por tanto, ante una lesión meniscal (meniscopatía) pueden verse afectadas las cadenas miofasciales de miembros inferiores y tronco, pudiendo generarse tensiones en zonas alejadas de la propia rodilla.

En caso de haber padecido una lesión meniscal, la Fisioterapia será nuestra aliada a la hora de normalizar tensiones en los tejidos y dar pautas de ejercicios para recuperar una correcta estabilidad y un buen tono muscular.

Si os quedan dudas o padecéis una lesión meniscal y necesitáis más información, no dudéis en poneros en contacto con nosotras.

Koena Salud

Bilbao

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