CESÁREA

Cesárea

CESÁREA

El pasado mes de abril ha sido el mes de la concienciación sobre la cesárea, por lo que nos ha parecido acertado escribir el articulo de hoy sobre ella.

¿Qué es la cesárea?

Es una técnica quirúrgica que se practica para extraer el bebe y la placenta del útero cuando por alguna razón el parto vaginal no es posible. No es un camino fácil, existe un mito generalizado donde la cesárea se hace de manera habitual porque se cree que es “mejor” y, si es cierto que la cesárea es una cirugía abdominal mayor y de las más importantes dentro de la obstetricia, que ha salvado vidas tanto de la madre como del feto, pero sin embargo, los partos por cesárea tienen más riesgos que los partos vaginales y requieren un periodo de recuperación mas prolongado.

En un futuro embarazo, si la causa que motivó la cesárea no se repite o no persiste, el parto vaginal es perfectamente viable.

¿Cuándo está indicada la cesárea?

La OMS indica que únicamente 10-15% de los nacimientos la requieren y podemos dividirlas en 4 categorías:

  1. Programada: Por diferentes causas fetales o maternales ( placenta previa, infección materna como VIH o cardiopatía severa…)
  2. En el curso del parto, es decir la mujer empieza el trabajo de parto pero de alguna manera por causa materna o fetal se hace necesario realizar una cesárea, como por ejemplo un fracaso de la inducción, parto estacionado, problemas en la dilatación..
  3. Urgente: Se realiza cuando se sospecha de la perdida del bienestar fetal ( o lo que es lo mismo sufrimiento fetal)
  4. Emergente: Se realiza cuando hay riesgo para la vida de la mamá o bebe por rotura uterina, pop del cordón umbilical, desprendimiento prematuro de la placenta u otras situaciones infrecuentes.

Para este tipo de parto se suele utilizar anestesia epidural o raquídea para que seas consciente del nacimiento de tu bebe. La incisión menos lesiva es la transversal.

Se deben realizar varias incisiones, puesto que para llegar al bebe, hay que ir abriendo capas:

En primer lugar se corta la piel y la grasa subcutánea, se separan los músculos del abdomen, se corta el peritoneo, útero y saco amniótico. Una vez que haya nacido el bebe se aconseja piel con piel.

Los primeros días no serán fáciles, a veces nos olvidamos de nosotras mismas, pasando por alto que hemos sido sometidas a una intervención quirúrgica. A parte de los cuidados básicos de higiene, desinfección e hidratación de la cicatriz es necesario un tratamiento adecuado de fisioterapia para evitar adherencias y fibrosis de la cicatriz.

¿Cómo podemos ayudarte en Koena?

En la clínica podemos ayudarte con el tratamiento de tu cicatriz con :

  •  Terapia manual para dar movilidad a los tejidos, si podemos con aceite (rosa mosqueta por ejemplo) para hidratar la zona también nos ayudará a aumentar la vasodilatación en ese punto y disminuir la probabilidad de queloides y adherencias.
  • Indiba para el proceso regenerador, ya que mejora la vascularización, oxigenación y síntesis de colágeno por lo que disminuye el dolor y la inflamación.
  • Ventosas para mejorar el deslizamiento de los diferentes planos musculares
  • Punción seca
  • Kinesiotape
  • Ejercicio terapéutico para mejorar el control motor lumbopélvico, podemos trabajar con pilates, core o hipopresivos.

Lo más importante es empezar cuanto antes para trabajar la cesárea y después de 8 semanas realizar una valoración de suelo pélvico con tu fisioterapeuta especializado. La recuperación de una cesárea es como una carrera de fondo en donde empezar poco a poco e ir ahorrando energía se hace imprescindible para llegar a meta, por lo que ¡cuídate! Si tu estás bien, tu bebe está bien 🙂

Con cualquier duda al respecto, contáctanos. Estaremos encantadas de ayudarte.

 

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