12 Mar Ejercicio durante el embarazo
Es probable que si estás embarazada o estás pensando en quedarte una de las preguntas que más ronda tu cabeza es si puedes hacer ejercicio, de qué tipo, con que frecuencia, a que intensidad… En esta entrada intentaremos resumir lo que la evidencia científica dice al respecto y descubrirás los beneficios que el ejercicio físico te pueden aportar:
Las mujeres embarazadas sufren modificaciones morfofuncionales importantes. En muchas ocasiones, estas alteraciones pueden generar un incremento del riesgo de padecer algunas enfermedades como la preeclampsia y la diabetes gestacional entre otros. La información disponible actual permite asegurar que la práctica rutinaria de actividad física produce una reducción del riesgo de padecer complicaciones asociadas al embarazo. Concretamente ha sido demostrado el papel que desempeña la realización de ejercicio físico en la prevención de la preeclampsia la diabetes gestacional la ganancia excesiva de peso materno, la mejora en el rendimiento del embarazo, la estabilización del humor de la madre, el menor riesgo de padecer venas varicosas, el menor riesgo de trombosis venosas, la reducción de los niveles de disnea y la menor aparición de episodios de lumbalgia.
Por lo tanto, el ejercicio físico está recomendado en TODAS las embarazadas sin contraindicaciones médicas, especialmente en aquellas sedentarias, con diabetes o con sobrepeso/obesidad.
CONTRAINDICACIONES ABSOLUTAS
- Ruptura de membranas, parto prematuro.
- Sangrado vaginal persistente inexplicable.
- Placenta previa después de 28 semanas de gestación.
- Preeclampsia.
- Cuello uterino incompetente.
- Restricción del crecimiento intrauterino.
- Embarazo múltiple de alto orden ( por ejemplo, trillizos).
- Diabetes tipo I no controlada.
- Hipertensión no controlada.
- Enfermedad tiroidea no controlada.
- Otros trastornos graves cardiovasculares, respiratorios o sistémicos.
CONTRAINDICACIONES RELATIVAS
- Pérdida recurrente del embarazo.
- Hipertensión gestacional.
- Antecedentes de parto prematuro espontáneo.
- Enfermedad cardiovacular o respiratoria leve/moderada.
- Anemia sintomática.
- Desnutrición.
- Trastorno alimenticio.
- Embarazo gemelar después de la semana 28.
- Otras afecciones médicas significativas.
La evidencia publicada hasta el momento no ha reportado ninguna complicación asociada a la práctica de ejercicio físico adecuada, ni para la madre, ni para el feto.
En cuanto a la frecuencia, se recomienda realizar dos horas y media a la semana de ejercicio moderado-intenso, mínimo tres veces a la semana. Lo ideal es combinar ejercicios aeróbicos con ejercicios de fuerza-resistencia . Además, no podemos dejar de lado el entrenamiento del suelo pélvico.
Cualquier programa de ejercicio en el embarazo debe incluir entre sus objetivos un adecuado fortalecimiento de esta zona. Entre los ejercicios más habituales encontramos las contracciones de Kegel. Esta metodología intenta favorecer la concienciación de la musculatura pélvica a través de contracciones activas. El entrenamiento específico del suelo pélvico realizado tanto durante la etapa de gestación como en la posterior, ha demostrado su efectividad a la hora de prevenir las disfunciones del suelo pélvico, sobre todo, en la incontinencia urinaria.
Para el ejercicio en el embarazo, en Koena Salud contamos con clases para embarazadas donde trabajamos con la finalidad de flexibilizar y tonificar aquellas partes de tu cuerpo que más cambios pueden sufrir durante la gestación. Algunos de nuestros objetivos son la mejor postura y el esquema corporal, el equilibrio, el trabajo del abdomen y el suelo pélvico, la tonificación de las extremidades superiores e inferiores, la prevención tanto de dorsalgias, cervicalgias y lumbalgias como edemas en manos y pies y la movilidad, flexibilidad y fuerza del cuerpo de forma general y en particular de la pelvis.
Koena Salud.
Fisioterapia, Podología y Nutrición.
Bilbao.
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